El aumento de incidencia en enfermedades virales en los cultivos de tomate es una preocupación de productores mexicanos a lo largo y ancho del país. ¿Y por qué preocupa tanto? Aquí te decimos por qué y cuáles son los principales virus que podrían afectar tu cultivo.
El tomate mexicano tiene un valor de exportación calculado, sólo en el 2022, de 2,433 MDD. Después del aguacate, es el cultivo con mayor relevancia económica para nuestro país. Gracias a las diferentes variedades mejoradas del tomate es posible generar altos rendimientos en la producción de esta hortaliza. Sin embargo, la prosperidad de este cultivo puede verse afectada por más de 15 virus de alto impacto, siendo 4 los que más amenazan la entrada de los productores al mercado de exportación. ¡Conócelos y adopta una estrategia para prevenirlos!
El virus rugoso
El Virus del Fruto Café Rugoso del Tomate (ToBRFV, por sus siglas en inglés), conocido comúnmente como virus rugoso, es un Tobamovirus que ataca los cultivos hortícolas y ornamentales en todo el mundo. Se transmite a través de la semilla y de manera mecánica. El virus es estable y puede permanecer viable e infeccioso por un largo periodo de tiempo en suelos, semillas (testa/ endospermo), residuos y equipos de trabajo. Este virus provoca un mosaico de ligero a severo en las hojas, con una ocasional apariencia estrecha de las mismas. Los frutos presentan síntomas marcados de rugosidad y coloración café, dependiendo de su madurez. También, puede generar síntomas de necrosis en el cáliz, peciolos y pedicelos.
Las interacciones humanas tales como labores culturales de trasplante o tutoreo, uso de herramientas como tijeras o carros, uso de cajas de cosecha que a menudo se reciclan dentro del invernadero y la migración de personal de trabajo de un invernadero a otro; son la principal preocupación en su diseminación. Para que la propagación de este virus ocurra, debe existir una herida en la pared celular de la planta y debe haber contacto directo de una a otra, con personas, agua circulante (hidroponía), máquinas de trabajo, ropa, guantes y/o herramientas contaminadas.
Virus del pepino
El nombre oficial del virus del pepino es Virus del Mosaico del Pepino Dulce (PepMV). Pertenece al género Potexvirus familia Flexiviridae. También es un virus de RNA y goza de una gran estabilidad y resistencia por lo que puede persistir por largo tiempo en material vegetal infectado. En su sintomatología se aprecian un mosaico intenso amarillo, necrosis en tallo y hojas, y filimorfismo en hojas. Las plantas en general pueden presentar enanismo y marchitez, y los frutos son más pequeños y de baja calidad comercial con alteraciones del color y necrosis. El PepMV se transmite mecánicamente, de forma rápida y fácil. El virus puede pasar a una planta sana con tan sólo el roce de una planta infectada o de herramientas contaminadas. Además, el virus se transmite a través del agua de riego reutilizada de lixiviados y a través del suelo, ya que permanece viable en él por mucho tiempo. La transmisión a través de semilla aún no está clara, aunque algunos estudios la describen como posible.
Virus de la marchitez manchada
El Virus de la Marchitez Manchada del Tomate (TSWV) pertenece al género Tospovirus de la familia Bunyaviridae. Es un virus de RNA que se transmite principalmente por trips, tiene una gran distribución geográfica y se puede encontrar en un amplio rango de hospedantes. Los síntomas que produce pueden verse en las hojas de los brotes apicales como anillos cloróticos a necróticos. En frutos puede generar manchas redondas de color verde, amarillo o tono más claro sobre el fondo rojo del fruto maduro y, en ocasiones, estas manchas tienen forma de anillos concéntricos con posible abullonado.
Virus del impatiens
Al igual que el virus de la marchitez manchada, el Virus de las Manchas Necróticas del Impatiens (INSV), llamado comúnmente Virus del Impatiens, es un Tospovirus y se transmite por trips. Además del tomate, puede afectar plantas ornamentales, lechuga, pepino, pimiento y cacahuate. En cultivos hortícolas en invernadero, produce una variedad de síntomas como marchitez, muerte de tallos, retraso del crecimiento, floración pobre, depresiones en la superficie de frutos hasta manchas anulares y hojas con puntos necróticos.
En México, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) ha reportado que estos 4 virus son los que actualmente generan mayores mermas a los productores en nuestro país.
Para reducir los riesgos de contaminación, Koppert propone adoptar un enfoque preventivo con herramientas biológicas y de desinfección altamente efectivas.