5 razones clave para elegir Trianum sobre otras cepas de Trichoderma en el mercado

El control biológico es una herramienta que hace uso de organismos vivos para mimetizar las interacciones naturales de un ecosistema con el objetivo de reducir poblaciones de plagas, malezas y enfermedades a un umbral aceptable y equilibrado. En cuanto al control de estas últimas, se ha demostrado que los Trichodermas (hongos benéficos) pueden tener un rol clave para combatir diferentes organismos patógenos como Fusarium oxysporum, Sclerotinia sclerotiorum, Thanatephorus cucumeris (Rhizoctonia solani) y Phytophthora capsici; además de brindar múltiples beneficios para un amplio rango de cultivos, como son la promoción y crecimiento de la planta, el aumento de su resistencia e incluso obtener un impacto positivo en el rendimiento de otros recursos como la reducción de uso de agua y contaminación de acuíferos.

Para los productores, el reto de enfrentarse a las enfermedades de cultivo, sin importar la etapa de ciclo en la que se encuentren, es grande al considerar que el suelo no siempre tiene las condiciones óptimas debido a la demanda de su uso y aplicaciones de agroquímicos que, en su momento, buscaban solucionar este problema.

Por esta razón, quiero compartirte por qué Trianum, nuestra solución biofungicida compuesta por la cepa T-22 de Trichoderma harzianum, es una opción altamente competitiva frente a otras soluciones en el mercado para prevenir y controlar enfermedades, ¡desde la raíz!

Trichoderma harzianum compite por el espacio, ya que se desarrolla más rápido que los hongos del suelo, y se alimenta de los nutrientes que los patógenos requieren para desarrollarse. Igualmente, lleva a cabo una acción parásita al crecer alrededor de los micelios del patógeno, descomponiendo sus paredes y posteriormente causándole la muerte.

La cepa T-22 es efectiva en un amplio rango de niveles de pH que va de 4 a 8.5, con diferentes tipos de suelos y sustratos, además de poder ser utilizada en temperaturas que oscilen entre los 10 a 34 °C. A diferencia de otras cepas, es altamente compatible con la mayoría de los fungicidas normalmente utilizados en la industria agrícola mexicana y no requiere días de espera para volver a entrar al cultivo o realizar el corte del fruto después de su aplicación.

Para más información sobre la compatibilidad del producto, te invito a consultar la guía de efectos secundarios de Koppert (¡O contactarme!).

La gran mayoría de las Trichodermas en el mercado, requieren un reposo de 24 a 48 horas para activarse pero, con Trianum esto no es necesario, ya que cada envase que produce Koppert viene con garantía de uso inmediato. Antes de salir al mercado, se lleva a cabo un conteo de esporas para verificar que no haya necesidad de fermentar el producto anteriormente o de aplicar una dosis más alta de la recomendada, evitando así un gasto extra al productor.

La aplicación base es mensual, a diferencia de otros productos que requieren utilizarse cada 7 a 15 días, y puede hacerse en riego, drench, foliar o inmersión sin necesidad de adquirir herramientas adicionales. Esto representa una ventaja porque influye en la optimización de la mano de obra.

Trianum también puede almacenarse hasta 6 meses sin perder su efectividad, siempre y cuando se mantenga bajo las condiciones óptimas y en una temperatura de 4 a 6 °C.

En cuanto a su efecto en las plantas, los componentes de Trianum ayudan a desarrollar su sistema radicular y estimular los tejidos meristemáticos primarios en las partes jóvenes de éstas, acelerando su reproducción celular y actuando como estimuladores en este proceso. Esto no solo disminuye la cantidad de plantas contaminadas en una producción, sino que propicia una mayor formación de raíces capilares para estimular la absorción de agua y nutrientes, resultando en frutos con mayor uniformidad y resistencia.

Trianum es tan efectivo como cualquier fungicida químico, con la ventaja de no generar resistencia ni fitotoxicidad en la planta. Reducir las aplicaciones químicas a la larga promueve a normalizar el ritmo de crecimiento de las plantas, así como propiciar un círculo armónico de necesitar menos aplicaciones químicas para combatir enfermedades del suelo. Igualmente, es un aliado clave dentro de un programa de manejo integrado de plagas (MIP) ya que, al ser natural, es completamente amigable con los agentes benéficos.

Actualmente, cuenta con los registros Control Union y COFEPRIS, haciéndolo un producto regulado y aprobado para producción orgánica.

Es importante recalcar la importancia de una estrategia preventiva, que considere los múltiples factores que pueden causar estrés a nuestras plantas y enfermarlas, como las condiciones climáticas adversas, una pobre alimentación, riego deficiente o la condición actual del suelo de nuestro cultivo. Después de todo, la forma más fácil de controlar las enfermedades es hacer lo posible para no dejarlas entrar a nuestro sistema de producción.

No hay una fórmula mágica que aplique a todos los cultivos, ya que cuentan con necesidades muy diferentes entre sí. Sin embargo, apoyarnos en este tipo de soluciones innovadoras y respaldadas por años de investigación y resultados en la práctica, reduce el margen de riesgo para el cultivo. El producto por sí mismo cumple con altos estándares de calidad en su producción y transporte y, junto al servicio de consultoría y seguimiento que con gusto ofrecemos a nuestros clientes, es posible obtener un máximo desempeño que se reflejará en tus metas.

¡No lo pienses más y comprueba por qué nuestro Trianum es un gran aliado en cualquier momento del ciclo de tu producción!