«No dejar a NADIE atrás» es el lema del Día Mundial de la Alimentación 2022, un año que todavía nos encuentra con una pandemia en curso, un conflicto en Ucrania y otras partes del mundo, un cambio climático acelerado y un costo de vida en aumento. El Día Mundial de la Alimentación es un día para pensar en formas de lograr la seguridad alimentaria para todos.
«Ahora que estamos cada vez más involucrados en la protección biológica de los cultivos agrícolas, nuestro papel en la seguridad de los alimentos para una población en crecimiento se ha vuelto aún más relevante», comenta Martin Koppert. «Estos cultivos no solo son más nutritivos y seguros, sino que el uso de biocontrol y bioestimulantes hace que el entorno inmediato no sufra los resultados de los agentes químicos. ¡Todos ganamos!»
El Día Mundial de la Alimentación se celebra anualmente el 16 de octubre para promover la conciencia y la acción mundial para quienes padecen hambre y para resaltar la necesidad de garantizar dietas saludables para todos.
La concientización sobre la producción de alimentos está continuamente en la agenda de nuestros socios Ruud Sies y Hanneke vanHintum a través del proyecto «Un viaje por el mundo de la agricultura resiliente | La plataforma Resilience Food Stories» en la que cuentan las historias de verdaderos héroes de la alimentación, agricultores apasionados que nos muestran que solo la horticultura y la agricultura sostenibles pueden hacer que la producción mundial de alimentos sea más sana, segura, productiva y resistente.
Únete a ellos en el Día Mundial de la Alimentación y conoce algunas de las historias recientes de resiliencia alimentaria como:
En entrevista Marin Jonsson (México), esta historia explica la importancia del maíz, uno de los cultivos más versátiles que puede adaptarse a casi cualquier clima del mundo ofreciendo altos rendimientos. «Es importante centrarse en una producción sostenible y culturalmente adaptada de acuerdo con las tradiciones agrícolas».
500 hectáreas de zanahorias y cebollas
«La tierra en la que cultivamos no es solo nuestra, también pertenece a las generaciones futuras», explica Grigore Petru (Rumania), un agricultor de zanahorias y papas. «La gente quiere alimentos saludables y de alta calidad, al mismo tiempo que queremos preservar la salud del medio ambiente».
Xrarm y la torre de la esperanza
Xfarm, un proyecto social local en Puglia en más de 50 hectáreas, es un gran ejemplo de agricultura social. En este proyecto se tienen en cuenta cuestiones globales y locales, como el cambio climático, la biodiversidad y las oportunidades laborales para los socialmente desfavorecidos. «Una vez que cambiamos los medios de producción, podemos cambiar los medios de distribución y luego podemos cambiar los hábitos de las personas», afirma Jacopo Volpicelli (Italia).
Estas y otras historias son elaboradas con el apoyo de Koppert y buscan establecer un nuevo vínculo entre el campo y la sociedad. ¡No dudes en compartirlas!