Categoría: Noticias
Fecha de publicación: enero 21, 2025

Comienza con ventaja y monitorea durante el invierno

El panorama agrícola cambia significativamente con la transición del invierno a la primavera. Para los agricultores, este período no solo implica prepararse para la siembra, sino también para el manejo de plagas y enfermedades. Realizar un monitoreo efectivo durante estos meses es esencial para la detección temprana y el control de las plagas.

Comprendiendo el comportamiento de las plagas y enfermedades en invierno y principios de primavera

Muchas plagas, como pulgones, ácaros y diversas larvas de insectos plaga, pueden sobrevivir al invierno en diferentes estadios de su ciclo de vida, como huevos o adultos en estado de latencia. A medida que las temperaturas aumentan al inicio de la primavera, estas plagas se activan, lo que puede provocar brotes si no se monitorean cuidadosamente.

El monitoreo durante este período permite a los agricultores identificar poblaciones de plagas antes de que alcancen umbrales dañinos. Detectarlas a tiempo es crucial, ya que muchas plagas pueden reproducirse rápidamente en condiciones favorables. Los monitoreos regulares ayudan a cuantificar las poblaciones y permiten tomar decisiones oportunas para su control.

En cuanto a enfermedades se refiere, un principio clave para detectarlas es reconocer cómo luce una planta saludable. Esto es especialmente importante para identificar enfermedades en plántulas. Al monitorear, busca señales como amarillamiento, marchitez, crecimiento detenido o plantas muertas. Algunas condiciones climáticas y del suelo favorecen patógenos específicos. Por ejemplo, el fusarium (Microdochium nivale) es común en trigo de invierno, especialmente en condiciones frías y húmedas. Sus síntomas, como el amarillamiento y la necrosis en las puntas de las hojas, son visibles en invierno y principios de primavera, causando manchas cafés en el campo.

El papel del control biológico

El control biológico utiliza depredadores naturales, parasitoides o patógenos para manejar poblaciones de plagas, además de microbios benéficos para proteger a las plantas contra enfermedades. Durante el otoño, invierno y principios de primavera, estas medidas son especialmente efectivas cuando se combinan con prácticas de monitoreo constantes.

  • Optimización de condiciones: El monitoreo ayuda a determinar el mejor momento y las condiciones ideales para liberar agentes biológicos. Conocer los ciclos de vida de las plagas permite introducir depredadores justo cuando las poblaciones comienzan a aumentar.

  • Seguimiento de efectividad: Después de liberar agentes biológicos, es fundamental monitorear su impacto en las poblaciones de plagas y evaluar si se requieren intervenciones adicionales.

Técnicas de monitoreo

Un monitoreo efectivo combina inspecciones visuales con herramientas como las trampas adhesivas Horiver Rollertrap y Horiver Wetstick de Koppert y los cebos de feromonas, que son específicos para atraer machos de polillas, escarabajos, moscas o cochinillas. Estos cebos pueden usarse como complemento para incrementar el poder atrayente en diferentes tipos de trapa como nuestra Trampa ala de cartón.

Durante el invierno y principios de primavera, estas técnicas pueden mejorar los esfuerzos de monitoreo:

  • Inspecciones visuales: Revisa cuidadosamente tejidos de las plantas, especialmente el envés de las hojas y los nuevos brotes, donde suelen esconderse las plagas. Busca daños por alimentación, excrementos o presencia de plagas vivas.

  • Muestreo de suelo y raíces: Examina el suelo y las raíces para identificar plagas o patógenos que puedan causar problemas al inicio del crecimiento de las plantas.

  • Monitoreo con trampas: Las trampas adhesivas ayudan a detectar plagas voladoras y permiten intervenciones tempranas.

El monitoreo de plagas y enfermedades en invierno y principios de primavera es clave para un manejo eficiente, especialmente al incorporar estrategias de control biológico. Identificar las poblaciones a tiempo permite tomar decisiones informadas, proteger los cultivos y promover prácticas agrícolas sostenibles que minimizan el uso de insumos químicos. Ser proactivo durante esta temporada puede marcar la diferencia en la productividad al momento de la siembra.