Categoría: Noticias
Fecha de publicación: abril 17, 2025

Últimos avances en I+D sobre la nueva cepa de Myzus persicae

La aparición de una nueva cepa del pulgón verde del durazno, conocida informalmente como «Myzus 2.0», está representando un desafío importante para los productores en todo el mundo. Pero, mientras estas leyendo esto, el equipo de Investigación y Desarrollo (I+D) de Koppert trabaja intensamente para entender esta cepa y encontrar soluciones eficaces para su manejo.

Identificación del problema

Los primeros indicios de la nueva cepa surgieron cuando los productores notaron que los tratamientos habituales comenzaban a fallar. Nuestros asesores comenzaron a enviar muestras de pulgones a las instalaciones de I+D de Koppert, reportando que incluso productos químicos reconocidos por su eficacia, como el flonicamid, ya no controlaban las infestaciones. Inicialmente, se llegó a pensar que se trataba de una especie diferente debido al comportamiento inusual de la plaga.

Según Onne Isfordink, integrante del equipo de I+D de Koppert: «En ese momento, yo trabajaba en el departamento encargado de las identificaciones. Cada muestra requería un análisis minucioso, ya que los productores enfrentaban retos sin precedentes en sus cultivos. Los primeros diagnósticos fueron complejos y demandaron una colaboración estrecha entre laboratorios, investigadores de campo, asesores, y el apoyo de nuestro socio, la Universidad de Wageningen, para identificar la cepa y sus características únicas».

Afortunadamente, gracias a la sólida experiencia taxonómica de Koppert, se logró confirmar rápidamente que, a pesar de los rumores que apuntaban a Myzus ornatus, la especie seguía siendo Myzus persicae. Esta confirmación permitió al equipo enfocar sus esfuerzos en comprender las nuevas características de esta cepa, en lugar de desviar recursos a la identificación de una especie distinta.

Desafíos en el diagnóstico

La cepa Myzus 2.0 trajo consigo retos tanto en el campo como en el laboratorio. Presentó una sensibilidad reducida a soluciones anteriormente efectivas y un ritmo de desarrollo mucho más rápido. Esto significa que las infestaciones podían multiplicarse rápidamente y superar la capacidad de control de los productores.

«Es una plaga muy dañina, especialmente para cultivos como el pimiento dulce, aunque también se presenta en berenjenas, pepinos y diversas ornamentales», explica Isfordink. Esto convirtió a la cepa en una prioridad para el equipo de I+D de Koppert, que adaptó sus protocolos diagnósticos y realizó pruebas extensivas para conocer sus vulnerabilidades.

Redefinición de protocolos

Una vez identificada la cepa, el equipo de I+D de Koppert actuó rápidamente para redefinir el enfoque de control. Este proceso incluyó desde trabajos de laboratorio hasta pruebas de campo y contacto directo con los productores. Se diseñaron nuevos protocolos que integran insectos benéficos y otras soluciones de control biológico adaptadas a los desafíos específicos de la cepa.

Entre las especies identificadas como aliadas clave se encuentra Aphidius matricariae (Aphipar-M), además de ajustes en las estrategias de aplicación para asegurar su máxima eficacia en distintas condiciones. No obstante, se hizo especial énfasis en la aplicación preventiva como eje principal para un control eficiente y rentable.

Impacto global

Nuestros datos más recientes confirman la presencia de esta cepa en varios países, entre ellos Países Bajos, Bélgica, España, Portugal, Italia, Hungría, Polonia, Canadá y México. El nivel de impacto y conciencia varía: en países como Países Bajos, donde surgió el problema, se ha dado una respuesta coordinada entre equipos de I+D y asesores. Sin embargo, en otras regiones, muchos productores aún desconocen la presencia de la cepa y los protocolos necesarios para manejarla.

«Estamos ante un reto global», señala Isfordink. «Trabajamos para asegurar que cada región cuente con las herramientas y el conocimiento necesarios para enfrentar eficazmente a Myzus 2.0».

Mirando hacia el futuro

A medida que la cepa continúa extendiéndose, Koppert mantiene su compromiso con la innovación, brindando soluciones sostenibles y eficaces. Aunque la adaptación de protocolos ya está ofreciendo cierto alivio a los productores, se están desarrollando soluciones a largo plazo que incluyen una combinación de hongos entomopatógenos, avispas parasíticas y otros insectos benéficos.