Para Peter Maes, director de mercadotecnia corporativa de Koppert Biological Systems, el papel de la tecnología en el control biológico crecerá aún más. Las últimas técnicas y tecnologías han tenido un crecimiento relevante dada la respuesta a un campo de trabajo más amplio de Koppert. "Si podemos conocer y entender a la planta también podemos ayudarla mejor" mencionó Maes en una reciente presentación en Berkel en Rodenrijs, Holanda.
Durante décadas, la sustentabilidad en los procesos de producción agrícola era algo en lo que los agricultores ponían poca o nula atención; sin embargo, esto ha estado cambiando en los últimos veinte años. Ahora está quedando claro que el cultivo convencional no sustentable ha llegado a sus límites por alguna de las siguientes razones: los productos químicos son cada vez menos efectivos, sus residuos son una amenaza para la seguridad alimentaria, y tanto los productos químicos como los fertilizantes artificiales son productos de la industria petroquímica que depende del aceite mineral. "Todos sabemos que el aceite mineral es un recurso natural finito y que ya existen restricciones sobre su uso debido en parte a las emisiones de CO2 de esta industria, así como a las políticas climáticas vigentes en muchas partes del mundo", dice Peter Maes, presentando su punto de vista sobre el futuro de la agricultura en las oficinas centrales de Koppert Biological Systems en Berkel en Rodenrijs, Países Bajos.
Las interacciones entre la planta y el medio ambiente
Alcanzar el 100% de sustentabilidad no depende solo del control biológico de plagas, “va mucho más allá para nosotros (Koppert) también, ya hemos avanzado mucho con el uso de microorganismos, tanto en el suelo como en la superficie, como por ejemplo nuestro exitoso producto Trianum. También estamos progresando mucho con el uso de nutrientes naturales. Sin embargo, todavía hay muchas interacciones entre las plantas y su entorno de las que todavía sabemos muy poco. Existe un potencial particular para descubrir más sobre éstas. Si podemos conocer y entender mejor a la planta también podemos ayudarla mejor" menciona Maes.
Peter afirma que una mayor comprensión de las interacciones (planta-entorno) nos permitiría cultivar de una forma mucho más natural y, por lo tanto, más sustentable. En muchos casos podríamos realmente prevenir brotes de enfermedades y plagas, evitando así la necesidad de combatirlos. "Esto haría que el cultivo profesional sea más natural y mucho menos dependiente de productos químicos de protección de cultivos y fertilizantes artificiales".
La tecnología se vuelve más barata
Las investigaciones sobre las complejas interacciones entre las plantas y su entorno requieren una gran cantidad de conocimiento fundamental. ¿Koppert Biological Systems es lo suficientemente grande para eso? "No, no en el presente", dice Peter Maes. "Aunque Koppert es sin duda fuerte en I+D y tenemos un gran y altamente calificado personal científico, por el momento, necesitamos seguir colaborando con universidades, estaciones de prueba y otros institutos generadores de conocimiento".
La tecnología utilizada en la investigación es cada vez más barata. "Tomen el genoma como ejemplo, hace unos diez o quince años, realizar una lectura de un genoma era extremadamente costoso, algo que en estos días es más asequible. Si se tiene el recurso para invertir en tecnologías de punta, se puede hacer mucho más, siempre y cuando tenga personas calificadas a su disposición, por supuesto" ejemplificó Maes.
Agricultura y horticultura de precisión
La tecnología también está ganando importancia en las práctica cotidianas. Peter Maes señala cultivos al aire libre, donde Koppert continúa ganando terreno en cultivos importantes como el maíz, la soya y la caña de azúcar. Pronto usaremos drones con cámaras y sensores para detectar focos de plagas en las enormes áreas de tierra dedicadas a estos cultivos. Otros drones pueden arrojar a los enemigos naturales exactamente en los lugares correctos. "Nos estamos moviendo hacia la agricultura de precisión y la horticultura de precisión. Trabajaremos de la misma manera en el sector hortícola utilizando nuestros sistemas de dispersión actuales (Airobug). Sin embargo, este enfoque no es una revolución sino más bien una evolución: estamos progresando paso a paso".
Sin romance, solo ciencia
Por último, Peter Maes señala que el consumidor debe tener una visión más real sobre las implicaciones para lograr cultivos naturales, y no una tan romántica. "Él o ella piensan en el sol, la frescura del aire libre, las catarinas y mariposas... y aunque no hay nada de malo en esa imagen, definitivamente es una versión romántica de la realidad. En última instancia, el progreso se logra siguiendo el camino de la investigación y la ciencia".