Pulgón de la papa

Los pulgones tienen un ciclo de vida complejo, los adultos pueden contar con alas como sin las mismas y presentarse en una gran variedad de colores. Si la reproducción es asexual, los pulgones jóvenes nacen como ninfas desarrolladas, que empiezan a comer inmediatamente la savia de la planta y crecen con rapidez. Si la reproducción es sexual, los pulgones ponen huevos que invernan. En los invernaderos, la reproducción también tiene lugar mediante partenogénesis, con hembras vivíparas no fertilizadas que siguen produciendo nuevas generaciones de hembras. Los pulgones mudan cuatro veces antes de alcanzar la madurez, al perder la piel blanca delatan su presencia en el cultivo. El pulgón de la papa adulto sin alas es bastante rechoncho, de tamaño mediano (1.8 - 3.0 mm de largo) y su forma es ovalada. Tiene un color de verde-amarillo claro a marrón-verde y su aspecto general es brillante. Las antenas presentan un número de bandas más oscuras y son más largas que el cuerpo. Las patas también son largas y se observan dos manchas verdes oscuras en el abdomen, en la base de los apéndices. Las hembras aladas son de color amarillo-verde, con una cabeza marrón y un tórax oscuro, teniendo un abdomen oscuro con bandas horizontales de color claro a oscuro. La forma del cuerpo es similar a la de las hembras sin alas, pero mide 2.0-3.0 mm de largo. El pulgón de la papa tiene ciclos de vida anholocíclicos (no se ponen huevos) u holocíclicos (se producen huevos de invierno). No se alternan huéspedes y los dos tipos de ciclos de vida ocurren en la misma planta hospedante. El pulgón puede invernar en invernaderos tanto como en lugares de exterior protegidos.