Síntomas y daños
Los daños causados por el ácaro blanco (Polyphagotarsonemus latus) son similares a los causados por los virus. El patrón típico comprende la malformación y distorsión del crecimiento aéreo de la planta. Los ácaros tienen una preferencia por los tejidos vegetales jóvenes y en desarrollo, tales como las yemas apicales, las hojas jóvenes y las yemas florales. El mecanismo de deformación todavía no se comprende plenamente, se cree que al succionar el contenido de las células vegetales, los ácaros segregan sustancias que dificultan el crecimiento local.
Los ácaros se alimentan sobre todo de la base de la hoja, cerca del pecíolo, debido a lo cual la hoja se vuelve marrón y sus bordes se enrollan. Un síntoma típico de un ataque de ácaro blanco (Polyphagotarsonemus latus) es la aparición de bordes de color marrón oscuro en la base de las hojas jóvenes. En caso de infestación moderada, se observarán puntos marrones, a menudo hundidos, o rayas marrones que forman una red fina sobre las hojas. En caso de una infestación más seria, esta red se vuelve tan densa que ya no habrá más tejido verde a la vista. En la mayoría de casos, los nervios principales permanecen sin tocar debido a lo cual destacan como un patrón verde en contraste con el tejido marrón de la hoja. Se observan manchas marrones y acorchadas en los pecíolos y en los tallos.
Las yemas apicales de las plantas afectadas adquieren un aspecto deformado, con hojas retorcidas y una esporádica decoloración marrón causada por el acorchamiento. Si las plantas han sido atacadas gravemente, la yema apical podría morir y detener el crecimiento de la planta, provocando su necrosis.
El tejido acorchado también puede desarrollarse en el fruto. Al morir las células perforadas aparecerán más manchas y deformidades, causando deformaciones en los frutos que suelen abrirse en el lugar de los mismos. Las flores suelen decolorarse y, en caso de un ataque serio, se deforman. Unas poblaciones relativamente pequeñas pueden causar daños serios.
Frecuentemente, las hojas más bajas de la planta no sufren tanto mientras que las hojas más jóvenes resultan muy dañadas. La mayoría de ácaros blancos (Polyphagotarsonemus latus) se encuentran en el envés de las hojas jóvenes y en expansión. Los síntomas de un ataque permanecen visibles durante varias semanas, incluso después de que se hayan eliminado los ácaros.