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Maximiza la eficacia de las avispas parasitoides

Las avispas parasitoides son una poderosa herramienta del manejo integrado de plagas (MIP), ya que ofrecen una alternativa sostenible a los plaguicidas químicos. Para maximizar su eficacia, es esencial introducirlas correctamente, teniendo en cuenta factores como el tipo de cultivo, la especie y los ciclos de vida de las plagas o las condiciones ambientales.

Si bien esta guía retoma las soluciones de Koppert disponibles en el mundo, es necesario que siempre consultes a tu asesor Koppert más cercano sobre las especies disponibles en tu país y localidad.

Buenas prácticas para la implementación de avispas parasitoides

Foto: Aphelinus abdominalis
Foto: Aphelinus abdominalis

Las avispas parasitoides son más eficaces cuando se introducen estratégicamente en función de la dinámica de los cultivos y las plagas. Aquí puedes conocer cómo optimizar su despliegue:

Seleccione la especie adecuada

Las diferentes especies de avispas se dirigen a plagas específicas. Por ejemplo, Aphelinus abdominalis (Aphilin), Aphidius colemani (Aphipar), Aphidius matricariae (Aphipar-M), Aphidius ervi (Ervipar) y Praon volucre, Ephedrus cerasicola (Aphiscout) son particularmente eficaces en el control de las poblaciones de pulgones. Mientras que Encarsia formosa (En-Strip) y Eretmocerus eremicus (Ercal, Enermix) son avispas parasitoides conocidas por su eficacia en el control de las poblaciones de mosca blanca.

Momento de liberación

Las avispas deben liberarse al principio del ciclo de la plaga, idealmente cuando las poblaciones de plagas son bajas para evitar brotes.

Frecuencia de liberaciones

Las liberaciones regulares, más que las introducciones puntuales, garantizan un control constante. Llevarlas a cabo semanal o quincenalmente puede ser necesario en algunas ocasiones según la especie y la presión de la plaga.

Método de aplicación

Distribuya las avispas de manera uniforme por toda la zona afectada, utilizando tarjetas colgantes, cajas de cartón o soltándolas directamente en las plantas para conseguir una cobertura eficaz.

Condiciones ambientales que afectan la actividad de las avispas parasitoides

Foto: Aphidius colemani
Foto: Aphidius colemani

Las avispas parasitoides prosperan en condiciones ambientales específicas. Deben tenerse en cuenta los siguientes factores para mejorar su supervivencia y eficacia:

Temperatura

La mayoría de las especies están activas dentro de un rango moderado de temperaturas. El calor o el frío extremos pueden reducir su eficacia.

Niveles de humedad

Una humedad moderada favorece un rendimiento óptimo. En condiciones secas, mantener una humedad adecuada puede ayudar a mantener su actividad.

Exposición al viento

Los vientos fuertes pueden dispersar a las avispas antes de que se establezcan. Utilizar cortavientos en zonas exteriores puede mejorar la retención.

Disponibilidad de luz

Las avispas suelen estar más activas durante el día. Proporcionar suficiente luz natural o artificial en entornos controlados puede aumentar su eficacia.

Creación de condiciones de hábitat favorables

Crear un entorno que logre el establecimiento de las avispas parasitoides más allá de las liberaciones iniciales es clave para el control de plagas a largo plazo. Sigue los siguientes consejos para mantener sus poblaciones constantes:

  • Proporcionar fuentes de néctar: Las avispas adultas necesitan néctar para obtener energía. Plantar especies con flores como el aliso, el trigo sarraceno o la caléndula cerca de los cultivos puede ayudarlas.
  • Minimizar el uso de plaguicidas: Evita los insecticidas de amplio espectro que dañan a los insectos benéficos. Si es necesario, utiliza plaguicidas selectivos con un impacto mínimo sobre las avispas.
  • Utilice plantas de reserva: Éstas sirven como reservorios de presas alternativas, lo que permite a las avispas mantener poblaciones incluso cuando las plagas primarias escasean.

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