
El manejo integrado de plagas (MIP) es un enfoque sostenible que combina múltiples estrategias para minimizar las poblaciones de plagas y reducir al mismo tiempo el uso de plaguicidas. Las avispas parasitoides desempeñan un papel crucial en el MIP y su eficacia puede aumentar cuando se utilizan junto con otros controles biológicos, como insectos depredadores y agentes microbianos.
Integración de las avispas parasitoides con otros agentes de control biológico


Las avispas parasitoides funcionan mejor cuando se integran con otros enemigos naturales y soluciones microbianas para crear una defensa de varias capas contra las plagas. Algunas combinaciones eficaces son:
Avispas parasitoides + insectos y ácaros depredadores
- Aphipar y Chrysopa y Coleobug para el control de pulgones.
- En-Strip, Ercal y Enermix junto con Swirski-Mite para el control de la mosca blanca en invernaderos.
- Citripar y Cryptobug para el control de piojos harinosos y escamas en cultivos al aire libre.
- Tetrapar y Chrysopa para el control de psílido de la papa.
Avispas parasitoides + agentes microbianos
- Enermix, En-Strip y Ercal; junto con NoFly WP y/o Control-B para el control de la mosca blanca en invernaderos.
- Catopar y Control-M para el control del picudo del chile en pimiento.
- Tetrapar y NoFly WP para el control del psílido de la papa.
Avispas parasitoides + controles culturales
- Combinación de liberaciones de avispas parasitoides con rotación de cultivos y trampas adhesivas para romper los ciclos de vida de las plagas.
- Utilización de cultivos de cobertura para proporcionar hábitat a insectos benéficos y potenciar el control biológico.
Ventajas del manejo integrado de plagas en varios niveles


- Mayor eficacia en el control de plagas: La combinación de enemigos naturales asegura que las plagas se atacan en múltiples etapas de su vida, lo que conduce a un mejor control general.
- Menor desarrollo de resistencias: El uso de varios métodos de control reduce la probabilidad de que las plagas desarrollen resistencia a un único tratamiento.
- Menor uso de plaguicidas químicos: La integración de controles biológicos reduce la dependencia de los plaguicidas químicos, lo que beneficia tanto al medio ambiente como a la salud humana.
- Mejora de la salud y el rendimiento de los cultivos: Las estrategias equilibradas del manejo de plagas dan lugar a plantas más fuertes y a una mayor productividad agrícola.