El cambio climático y sus efectos en las plagas y el control biológico

Altas temperaturas, sequías y precipitaciones extremas por el calentamiento global han sido causa de un significativo aumento de problemas de plagas y enfermedades en la industria alimentaria. 2° C más pueden representar un serio problema para el control de plagas. ¡Toma conciencia!

Las irregularidades en los patrones climáticos pueden ser atribuidas a una amplia cantidad de factores ocasionados por las prácticas humanas cotidianas. En Latinoamérica, la industria agrícola ha tenido un papel considerable en las emisiones de gases invernadero y de uso de agua, abarcando desde el 2004 un 17% del total de gases emitidos y un 70% de consumo de agua a nivel mundial (FAO, 2016), cifras que van en aumento anualmente. Debido a esto, se estima un pronóstico de afectación de aproximadamente 13% en los principales cultivos alimentarios, manifestándose en fenómenos naturales anormales y en la reducción de efectividad en el uso de plaguicidas y en el uso del control biológico sin el monitoreo adecuado.

Los fenómenos naturales como el cambio en la temperatura traen consecuencias tanto en el invernadero como en la planta. Por ejemplo, se puede observar el incremento de poblaciones de plagas cuyo ciclo de ovoposición se ve afectado positivamente. Un aumento de 2°C en la atmósfera multiplica por cinco los ciclos de reproducción en áfidos, o pulgones, los cuales incluso en condiciones normales pueden llegar a cantidades elevadas rápidamente ya que una hembra es capaz de producir un total de 40 a 100 crías. Otros incrementos notables son las poblaciones de minadores en hortalizas y cereales, así como la tolerancia de la mosca blanca en cultivos de pepino y tomate contra sus métodos de control. Estos incrementos de individuos también se dan en otras plagas como las chinches y trips.

Por otro lado, al contrario de lo que pasa con las plagas, los aumentos de temperatura suelen afectar negativamente a los insectos benéficos cuyo establecimiento se reduce ampliamente como es el caso de los mosquitos cecidómicos, utilizados para el control biológico del pulgón, causando un desequilibrio altamente desfavorable para el cultivo.

En cuanto a enfermedades que afectan a las plantas, suelen ser más recurrentes debido a la exposición de órganos causada por el daño hecho por plagas o fuertes lluvias cuando no se tiene la protección adecuada para el cultivo. Esto las hace más susceptibles a la entrada de patógenos y viruses que pueden llegar a transmitirse a plantas cercanas.

Para evitar que las enfermedades y las plagas no afecten significativamente tu cultivo, te recomendamos lo siguiente para mantener la salud integral dentro de la producción:

• Realiza constantemente una rutina de monitoreo que te ayude a identificar las variaciones en las poblaciones, tanto de plagas como de benéficos. Así podrás llevar a cabo las introducciones necesarias y mantener el control.
• Mantén un porcentaje de cobertura vegetal sobre el suelo cuando este se considere en estado de sequía.
• Planea y ejecuta protocolos de inocuidad, necesarios para la prevención de enfermedades.
• Implementa medidas de protección con trampas que prevengan la dispersión de plagas dentro del cultivo.
• Lleva a cabo un control de maleza y canales de drenaje para impedir que ascienda el porcentaje de humedad en el invernadero.
• Solicita asesoría de tu consultor Koppert correspondiente de manera inmediata si notas cambios drásticos en las tasas poblacionales de plagas o benéficos.

Recuerda que la opción más importante a realizar es tratar el problema desde la raíz: el uso de plaguicidas y desperdicio del agua son de los factores más influyentes en la preocupante situación climática. En Koppert creemos firmemente que la solución es respetar a la naturaleza usando lo que ella misma nos brinda, así puedes lograr un beneficio que llegue no solo al planeta sino a cada uno de los que vivimos en él. Es hora de trabajar en unión con la naturaleza, ¿qué estás esperando?